Ellas, las imágenes, están por todas partes... que maravilloso fue el descubrir de pronto estas fotos en el reverso de las cajetillas de tabaco que suelo vender... sobretodo mi impacto visual, al ver que en todas ellas se ocultaba parte de la imagen con una franja dorada, que guapo! pensé, gustándome más todavía al descubrir que la franja dorada era la tirita para abrir el típico plastiquillo del paquete, y que la superposición de esta con la imagen era fruto del azar, dándoles ese rollo tan particular... al verlas y reflexionar un poco sobre todo esto incluso tuve una sensación rara/emotiva...fijaos, que maravilloso sería que nos rodearan fotografías o imágenes que nos aportaran o contaran cosas por todas partes, nuestra riqueza y cultura visual llegaría hasta el infinito y más allá!!!! Con esto no pretendo abrir ningún tipo de debate mediático o publicitario, sino simplemente compartirlo y cada uno que piense lo que quiera.
Quién sabe si estas fotografías pertenecen a Edward S. Curtis....yo no lo he podido corroborar, aunque parece bastante probable, ya que éste trabajó más de 30 años documentando la vida, costumbres, mitos, hábitos, religión, lengua y más, de decenas de tribus americanas, hasta el punto de ser aceptado como uno más. Se dice que los indios americanos consideraron a Curtis como uno de los pocos, quizá al único blanco al que permitieron, los chamanes, conocer "El Gran Misterio" el Manitu. El último volumen que publicó sobre este trabajo data de 1930...
Ángela Sebastián
La estanquera de Baladre¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡... que titulo mas bonito para una serie.
ResponderEliminarHasta el c. de los p. indios!!! es que nadie va a publicar nada¿?¿?¿? venga que ya pasó el verano!!! o empezaré con las historias de vaqueros....jeje.
ResponderEliminarSi los indios levantaran la cabeza dirian: Preferimos estar en cajetillas de marihuana, que es como la pipa de la paz, no en cajetillas de tabaco, que no coloca.
ResponderEliminarRollos aparte, tu interpretción reflexiva es curiosa, a mí me da la sensación de tapar los ojos de los indios ante la evidencia del genocidio que se llevó a cabo. Prefiero la pipa de la paz de los indios que el wiskie de los vaqueros (hoy en día reemplazado por las chocolatinas de los marines). Cara Pálida era un buen guerrero (lo del mote era porque le daba mucho a la pipa)